DESCONSUMO

Desconsumo, Consumo consciente

De un tiempo a esta parte, vengo observando el auge por revertir el sistema consumista. En medio de la batalla entre los amantes de las compras y los detractores, nace un nuevo concepto, el desconsumo.

EN MI OPINION:

La urgencia ambiental nos empuja a un cambio de paradigma en nuestra manera de consumir. Pero para asumirlo necesitamos recuperar otras maneras de vida más sencilla. Un nuevo estilo, más eco, de perfil bajo, con menos necesidades materiales.

Por ello, también es necesario repensar el modelo de producción. Ya no mola fabricar con obsolescencia programada. Hay que primar la durabilidad del producto, la futura reparación y posterior reciclaje, o la posibilidad de transformarlo para su reutilización.

Z. Bauman, ya nos advertía en el 2007, de los problemas del consumismo, cuando confundimos felicidad con ir de compras. Ahora sabemos que comprar, tirar, comprar nos da una felicidad efímera, pasajera, falsa, además de traernos acumulación y desorganización en nuestro hogar o en cualquier espacio de convivencia.

La buena noticia es que cada vez las personas estamos más conscienciadas  en la necesidad de que hay que desconsumir. Cada vez somos más los abanderados que intentamos  formar y capacitar nuevos adeptos de las compras conscientes. Gracias a ello,  el modelo de consumo está cambiando.

Por tanto, parece oportuno y urgente, que la producción, sintonice mejor con un nuevo consumidor en alza. Hoy ya no es suficiente tener un decálogo de Responsabilidad Social Corporativa. Con bombardeos constantes de ciclos de “Novedades” en los mostradores de venta de cualquier establecimiento comercial. ¡Queremos más!

Hoy, exigimos al sistema productivo que tenga compromiso con las personas, sean clientes, o trabajadores. Respeto por el medio ambiente. Además somos capaces de observarlos de cerca. Distinguimos las marcas que predican con el ejemplo, son éticas y sostenibles, pero de verdad, y no solo de fachada.

Después de años de consumismo, llega el momento del sistema desconsumista, ¿pero en realidad que significa? Desconsumir es comprar con conocimiento consciente.

CONSEJOS PARA PARTICIPAR EN COMPRAS CONSCIENTES

Queda claro, hay que desacelerar el ritmo de compras a las que estamos acostumbrados. La acumulación es algo que nos quita libertad en todos los sentidos, lo veo y lo palpo, en el día a día de mi trabajo como organizadora de espacios.

Sé de lo que hablo, y por ello quiero aconsejarte para que te unas a la comunidad del desconsumo, o del menos es más, o  la felicidad no pasa por autoregalarme cosas sin sentido.

5 IDEAS DE BASE

1. Evitar la acumulación es el primer paso hacia una vida más alineada con los nuevos tiempos, donde la ética y la concienciación por el medio tiene prioridad. Un primer paso es revisar todo lo que ya no forma parte de tu vida actual, elegir bien los recuerdos, saber guardarlos para disfrutar de ellos, y dar salida a todo lo que sobra.

2. Conseguir que nuestro hogar sea diferente, único, no tiene nada que ver con la cantidad de cosas, ni con las modas. Ser esclavo de la moda es seguir una zanahoria que siempre nos queda lejos. La personalidad, el estilo, la elegancia, no entiende de moda. Se pueden crear espacios únicos, si sabes quien eres tú.

3. Apostar por calidad, antes de la cantidad. Me refiero a dar prioridad al producto que no agrede el medio ambiente, más de lo justo. Que proviene del reciclaje, o del upcycling, que está hecho con materiales orgánicos donde se ha respetado su cultivo, o regeneración. Que no esconde trabajo precario…

4. Observa las marcas y apuesta por lo artesano. Valora aquello que te da garantía de una producción cuidada, que muestra coherencia entre lo que dice del producto, y cómo se produce, o como respeta a sus colaboradores. Hazte tu propia lista de proveedores en los que confiar.

5. Reaprender que las cosas tienen un coste. Cuando algo tiene un precio por debajo de coste natural, entiende que no es un regalo, o tú trabajas para el producto, u otras personas sufren la reducción del coste, o el medio ambiente paga las consecuencias, o en algún tramo de la producción hay algún tipo de restricción.

EN RESUMEN

Diferencia un consumo consciente, frente al consumismo de siempre, disfrazado de eco-consumo. Que lo hay. Entre uno y otro, hay un abismo.

Una premisa que tienes que pensar siempre, es que una empresa no es una ONG.

Comprende que van a años luz por delante de ti. Tienen expertos en marketing, neuromarketing, saben analizar datos, gastan en publicidad, pagan influencers, para acercarte a su producto.

Saben que necesitas antes que tú mismo lo sepas. Saben que ahora todo lo que ponga eco, bio, natural, o reciclado, vende. Nos gusta a los compradores y nos llama la atención. ¡Ellos, lo saben!

Así que, antes de comprar analiza las tres P. Proceso, Producto, y Personas.

Para terminar, te cuento algo que me encogió el alma y me hizo reflexionar dando paso a este nuevo post.

Hace unos días, oí un comentario de un comerciante que me pareció muy clarificador de los tiempos en que vivimos.

Decía: Jamás se había consumido tanto, en cambio, jamás el consumo se había concentrado en unas pocas tiendas, dejando en el camino tantos y tantos pequeños comercios. ¡Vaya paradoja! pensé en mis adentros.

Partiendo de este apunte, quizá con menos consumo, o un consumo consciente, favorezca una economía de proximidad que nos beneficie a todos.

Gracias por leer, espero que sea de tu interés.

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Muchas gracias,

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