Lavar y Planchar

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Preparando y revisando el temario para un taller practico sobre orden y organización que daré dentro de poco, me he dado cuenta que he hablado de un buen número de temas sobre ordenar la ropa, del orden y la organización de la casa, de planificar, de deshacernos de lo que no nos representa, y sobre qué recursos técnicos utilizar. Pero no os he hablado de limpiar. Concretamente de cómo mantener nuestra ropa en condiciones óptimas para que esté reluciente y siempre a punto.

Así que hoy, voy a ofrecerte unos consejos sobre lavado y planchado. Puedes tomarlos al pie de la letra, o como siempre te digo adaptarlos a tus necesidades. O puede, que creas que son una tontería. Todas las opiniones son válidas y aceptables. Así que,  para esto estamos aquí, para intercambiar ideas y resultados. Yo te explico sobre mí experiencia, y sobre ella me baso. Son consejos que a mí me funcionan, los cuales he aprendido de mi madre. 

Para tener una ropa en condiciones, mi primer consejo es:

Antes de poner algo en el cubo de la ropa sucia, pregúntate ¿de verdad es necesario el lavado? A veces, solo hemos usado una prenda un ratito. Como somos personas que nos cuidamos, por unas horas de llevar una prenda, aún no está lo suficientemente sucia como para llevarla a  lavados innecesarios. Si tienes esto en cuenta ahorrarás agua, jabón y tiempo, además del desgaste inútil de la prenda. Puedes ventilarla o cepillarla, eso será suficiente.

El cubo de  la ropa sucia muchas veces se convierte en un caos, allí todo queda mezclado, el calcetín que se pierde, pero también, comparte espacio la toalla húmeda. Te ha pasado que, en alguna prenda, te salen manchas que antes no tenías. El problema es mezclar ropa seca y húmeda.

Clasifícala por tonos, tipos de fibra, o tipo de suciedad, así te será más fácil poner la lavadora. No tendrás que rebuscar entre la ropa, ahorrarás tiempo si la tienes ordenada en cubos separados. Te será práctico si algún otro miembro de la casa pone la lavadora.

Cada tipo de ropa necesita un programa adecuado de lavado. Otro detalle, que seguro ya sabes, hay que lavar por separado los tonos oscuros y claros. Ten cuidado con los desteñidos, para averiguar si una prenda destiñe, y en la etiqueta no dice nada, moja un trocito de ropa y plancha sobre un trapo blanco.

Las manchas siempre hay que tratarlas antes, poner un poco de jabón directo a la mancha. Va muy bien, el agua oxigenada para las manchas de sangre.  El percarbonato blanquea, es más natural que el cloro. Mezclado con agua templada, haciendo una pasta, lo dejas en la mancha, y luego lavas normal. En ropa de color no es aconsejable usarlo. No abuses del jabón, sigue las instrucciones del fabricante, él te indica la dosificación. Tenemos costumbre de poner demasiado.

Las prendas de lana se lavan en agua fría o, a muy baja temperatura, pon muy poco jabón, o un chorrito de vinagre blanco. No las retuerzas, y tiéndelas planas sobre una toalla. Así no te encogerán ni se deformarán. Si las cuelgas en una percha, preocúpate que las mangas no cuelguen por si solas, dóblalas sobre los hombros así no se deformarán por el peso.

Si eres de las que tiende la ropa al sol, mi consejo es que la cuelgues por prendas, ten cuidado con las pinzas, y el cable del  tendedero. Vigila para que no dejen pliegues ni marcas en sitios muy visibles, así no tendrás que planchar, o plancharás poco. Cuando la saques del tendedero, pliégala enseguida, al tiempo haz pilas según lugar o persona a que va destinada la ropa. Guárdala sin esperar demasiado

Plancha las prendas vigilando la temperatura, si no puedes hacerlo cuando la sacas del tendedero déjala bien colgada para que no se te arrugue demasiado. Si usas agua de plancha, puedes añadirle unas gotas de un aceite esencial como la lavanda.

Guarda la ropa en su lugar de destino. Hazlo por tipos de ropa, o por miembros de la casa, así no darás tumbos con toda la ropa a cuestas. Puedes perfumar tus armarios con bolsitas llenas de laurel, romero, canela, corteza de limón, lavanda, tienes multitud de posibilidades, además de experimentar y divertirte prepararás un anti-polillas muy natural.

Espero que estos consejos de cómo afrontar la colada y mantener tu ropa en buen estado te sean de utilidad, si cumplen su cometido, aunque sea un poquito ya me doy por satisfecha. Si quieres dar tu opinión, explicarme que es lo que te resulta más incomodo en cuestión de lavado, o si tienes un truco de la abuela, estaré encantada de escucharte.

Como siempre si te ha gustado mi escrito, puedes compartirlo o si te apetece seguirme nos vemos en las redes. Gracias por dedicar tu tiempo a leerme.

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